Es habitual que las niñas pequeñas jueguen con muñecas simulando que son madres, y siempre esas muñecas tienen caritas tiernas, ojos del color del cielo, manitas dulces y miradas cariñosas, pero cuando ya por alguna razón esas niñas dejan de jugar con las muñecas y terminan tiradas es cuando aparece Jeremi Rimel, un norteamericano que creó una línea de muñecos a partir de unos ya usados, los cuales podrían aparecer hasta en tus peores pesadillas.
Aquí algunas de sus creaciones:
Sin duda alguna, unos bebés muy siniestros que a muchos no les interesaría tener en sus casas, pero Rimel tiene casi toda su colección vendida y se espera que salgan más retorcidas creaciones.
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